El diseñador jefe suspendido de McLaren ahora está acusado oficialmente de recibir documentos robados y secretos, y su mujer también salió en el juicio a boca del abogado de Ferrari acusada de intentar fotocopiar la resma de Ferrari en una imprenta comercial.
"Su conducta por llevarse estos documentos, sabiendo que ellos no estaban autorizados a tenerlos, quedándoselos y copiándolos, bajo cualquier punto de vista se han comportado vergonzosamente", declaró Nigel Tozzi, el abogado de Ferrari en el juicio.
Añadió: "Ferrari habría continuado felizmente ignorante de no haber sido por el soplo".
El caso se reanudará el miércoles, cuando le han ordenado a Coughland que explique cómo llegaron esos documentos a sus manos, que supuestamente le envió el despedido de Ferrari Nigel Stepney.
Stepney, cuya acción legal por parte de Ferrari está teniendo lugar separadamente en Italia y donde está involucrada la policía, ha negado cualquier delito.
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